lunes, 4 de abril de 2016

CICLO FRANKENSTEIN. “La novia de Frankenstein” (1.935)

CICLO FRANKENSTEIN. “La novia de Frankenstein” (1.935)

Por Anthony Vulcano.





   Es imposible comentar esta película y no caer en tópicos y lugares comunes, “desmiente lo de que nunca segundas partes fueron buenas”, “es mejor que la primera”, “es una obra maestra del cine en general”… Y es que no puedes sustraerte a ello. O vas de moderno y “snob” por la vida y la pones a parir, o caes rendido a sus encantos. Esto es lo que hay.
      Cuatro años después se reunió casi todo el equipo original (Mae Clarke y el Burgomaestre no repitieron, sin embargo sí que repitió Dwyght Frye, con otro personaje, pues el de la primera murió) y se embarcaron en una continuación que comienza muy literariamente, con una reunión entre Percy Shelley, Lord Byron y Mary Shelley,en  la cual se cuenta que no acabó la historia en la primera parte y se dispone a narrar la continuación. Continuación inmediata, pues nos encontramos en el mismo molino en llamas, cuando ya se retiran los lugareños (esa horda que ha juzgado, condenado y ejecutado al “monstruo”) y descubrimos que no, que la criatura sigue viva. 
    Por otra parte, el Dr. Frankenstein se recupera y relaja junto a su prometida, cuando recibe la visita del Dr. Pretorius, el cual, de un modo u otro, le incitará a volver a las andadas.
       Vamos con ello: mejor que la primera, mucho mejor (y mira que era buena); obra maestra. Y yo no uso este término muy alegremente.. 
El comienzo “literario”, el progreso del guión, la “no muerte” del monstruo –bien, bastante aceptable, en siguientes entregas la cosa ya chirría-, las actuaciones, las segundas lecturas… Una maravilla. 
      Lo del Dr. Pretorius es de nota. Un tipo mefistofélico que embaucará a Fausto-Frankenstein , con un actor impresionante, dándole un toque de humor soterrado y que traspasa el propio género del terror al que asistimos para ascender a la fantasía desbocada, con esas “creaciones” diminutas que guarda en un baúl. Algo sensacional, escenas inolvidables, como la del ermitaño, escena que  llega a demostrar una sensibilidad exquisita, que desemboca en la lágrima de la criatura. Y ya sin calificativos, toda la parte, primero, de la “creación de vida” en la Novia, y cuando ya la vemos, con ese peinado tan característico, Elsa Lanchester fijada en el imaginario colectivo para siempre, y con esa reacción hacia el pobre (sí, el pobre) monstruo que desencadena el final. 
     No se puede olvidar la genial partitura de Franz Waxman, indisociable de las imágenes. 
Como anécdotas, tras ver los extras del DVD, supe que Colin Clive (un buen doctor Frankenstein… hasta que llegó Cushing), falleció dos años después destrozado por el alcohol, que Karloff ya era una gran estrella en este momento y que James Whale fue el mayor artífice de todo el encanto que tiene esta película, con un talento que ya no volvió a brillar a la misma altura, pues la política de estudios no le permitía hacer las cosas a su gusto. (Se suicidó el hombre años más tarde)
Bueno, supongo que he escrito muchas palabras de halago, pero es lo que se merece. Ya vendrán cosas peores… He pensado incluso en dejar el “ciclo” aquí para quedarme con el buen sabor de boca…

Si en la primera, en el reparto inicial, un signo de interrogación nos impedía saber quién interpretaba al monstruo, aquí ya vemos que KARLOFF, con letra bien grande, iba en primer lugar; sin embargo, en esta ocasión se nos escamotea a la intérprete de la compañera del monstruo.. ¿quién será?...






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